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Arquitectos: Ignacio Vidal Arquitecto, Vicente Salvador Arquitecto; Ignacio Vidal Arquitecto, Vicente Salvador Arquitecto
- Año: 2012
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Fotógrafo:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Las instalaciones deportivas proyectadas completan la manzana de uso dotacional donde actualmente se sitúa el I.E.S. Honori Garcia, las piscinas y el polideportivo municipal. Dado que la totalidad de la parcela es de propiedad pública, lo primero que debía abordar el proyecto fue la definición geométrica de la superficie a ocupar. Con el objetivo de obtener una organización de piezas y espacios resultantes ordenados y racionales, se decide que el nuevo club deportivo tome como ancho de parcela la longitud del polideportivo municipal dejando así¬ como resultado a lado y lado sendas calles peatonales debidamente ordenadas.
Una vez definido el ámbito de actuación se decidió situar la edificación en la zona oblicua de la parcela - en su extremo a priori menos atractivo geométricamente - recayente sobre la avenida Agricultor, liberando así¬ el resto de solar, de proporciones rectangulares, para el encaje de las pistas deportivas, con mayores requerimientos espaciales/geométricos. Además, se consiguió con esto aprovechar la diferencia de nivel entre la avenida y la cota inferior de la parcela para ubicar el acceso principal al complejo.
Siguiendo este criterio, la edificación propuesta - compuesta de rampa de acceso, vestuarios, zona de administración y cafetería-bar - se coloca a lo largo de dicho límite oblicuo de la parcela resolviendo el desnivel existente, y creando el alzado principal de las instalaciones deportivas. Solamente cuando la edificación se acerca a la esquina aguda del solar es cuando se separa de dicho límite permitiendo a los vestuarios tener doble fachada. De esta manera, se facilita la aparición de un patio inglés, íntimo, aislado de las zonas deportivas así¬ como de la avenida Agricultor. La cubrición de este patio se prevé como la ampliación natural del club deportivo. A dicho patio se accede a través de un amplio porche - anexo a vestuarios y zona de administración - que lo comunica a modo de túnel con el gran espacio exterior del complejo (pistas deportivas).
Desde el punto de vista de la relación del complejo deportivo con el entorno exterior inmediato, según la configuración volumétrica encajada contra el talud, se consigue principalmente dos cosas. Por un lado, la edificación se entiende como una extensión del ámbito público de la acera, invitando al transeúnte a entrar y disfrutar de las vistas hacia las pistas deportivas – con las montañas de la Sierra de Espadán al fondo - así¬ como del uso independiente de la cafetería, sin todavía acceder plenamente a las instalaciones. Por otro, se minimiza la presencia de la edificación sobre la avenida Agricultor facilitando la permeabilidad visual de las zonas deportivas. Ambas cosas no hacen sino remarcar el carácter intencionadamente abierto e integrador del complejo como instalación que promueve la interacción social y el sentido de comunidad, en su voluntad de alcanzar la sostenibilidad social de la intervención. Es también evidente que se trata, por tanto, de una arquitectura “topográfica”, adaptada a su contexto, sencilla.
La cafeterí¬a-bar, revestida completamente de vidrio, es el único elemento que se distingue del resto de la edificación. Soluciones técnicamente sencillas, pero mucha personalidad e impacto gracias a su delgada cubierta de hormigón armado, con un intrigante voladizo de sección variable que cumple fantásticamente bien su cometido: proteger del sol y la lluvia. Situándose de manera visible encima de la cubierta de los vestuarios a modo de pabellón ligero, exento, la cafetería-bar actúa como elemento de reclamo hacia la avenida Agricultor.
